Cuando tu trabajo no habla por si solo

Este es un post que tengo un tiempo queriendo compartir esta relacionado con la capacidad para mostrar tu trabajo en la internet.

Para muchos de nosotros, internet se ha convertido en una buena fuente de ingresos y un buen nicho para comenzar a mostrar lo que hacemos y que tan buenos somos.

No es una tarea sencilla comenzar a construirte una marca y venderte profesionalmente en un mercado donde abundan propuestas y personas creando y mostrando contenidos.

Este post esta inspirado en el libro “Aprende a Promocionar tu Trabajo” de Austin Kleon, y me gustaría que te tomaras esta premisa muy en serio: “Tu trabajo no habla por si mismo”.

Vamos a imaginar unos escenarios, entras a una reciente exposición y ves dos cuadros exactamente iguales, no puedes determinar ni una sola diferencia. Te tomas un tiempo para examinar las formas de cada uno, los colores y los trazos y no logras aun ver una discrepancia entre ambos. Entonces decides llamar al personal que esta a cargo de la exposición y le preguntas cual es la diferencia entre ambos cuadros, pues ya te has obsesionado tanto con el asunto que no puedes simplemente quedarte con la duda. Entonces te explican que el primer cuadro es uno pintado hace unos dos siglos por una artista de la época, y que el segundo es una replica hecha por un estudiante la semana anterior.

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Miras ambos cuadros de nuevo, ¿cúal querrías llevarte a casa?

Podrías pensar que el arte solo se basa en colores y formas, pero Paul Bloom, quien es un profesor de psicología que ha estudiado estos patrones asegura que en cierta parte esto es cierto, pero que cuando nos muestran un objeto, una cara o el trabajo de alguien, generalmente se ve afectado por lo que la gente dice comenta de dicha cosa.

En su libro “Significant Objects” Joshua Glenn y Rob Walker recrean un experimento donde intentar probar esta hipótesis: Colocando durante un día varios artículos en venta, sin ninguna historia en particular, y colocándolos en una subasta de jardín. Logran vender estos artículos con un estimado de 1,25 dólares por objeto. Luego contratan una serie de escritores, algunos famosos y otros no, para crear una historia referente a los objetos y vuelven a hacer de nuevo la venta de jardín con estos objetos. Al final venden los objetos en un valor promedio de $128,74 a $3,612.51 dólares.

Con esto podemos concluir que las palabras importan. Aunque los artistas se empeñan en decir: “Mi trabajo habla por mi”, pero la verdad es que nuestro trabajo no habla por nosotros. Los seres humanos quieren saber de donde vienen las cosas, donde fueron hechas y quien las hizo.

Las historias que dices alrededor de un proyecto tienen un gran efecto en como la gente siente y entiende tu trabajo. Y lo que ellos perciban de tu trabajo, en esa medida lo valorarán.

Algo que he vivido muy seguido es la interpretación de una fotografía. La gente, generalmente las percibe de manera diferentes, hasta que tu cuentas una historia alrededor de ella, y decides colocar una pequeña descripción para describirla. De la misma forma ocurrirá con tu trabajo.

Aunque te des cuenta o no, con tu trabajo estas diciendo una historia, porque no te encuentras en una burbuja. Dado al gran auge de las redes sociales, cada foto que subes, cada tweet, cada comentario que publicas y cada blog que escribes  esta construyendo una historia alrededor de ti.

Quizás la habilidad que debes comenzar a poner en practica en aquella que te ayude a contar buenas historias a tu audiencia, algo que he dicho en otras ocasiones es que aprendas a conocerla, a entender cuales son las historias que a tu publico puede interesar y comenzar a desarrollar mas historias como esa.

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Recuerda que tu eres quien debe hablar por tu trabajo. Si tienes algún comentario, o quieres contarme tu historia, estaré al pendiente de tus comentarios.

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